Durante décadas, la infraestructura de hosting ha sido juzgado por la velocidad, la fiabilidad y el tiempo de actividad. Los negocios asumieron periodos cortos de downtime como un peaje inevitable, análogo a las sacudidas esporádicas en un vuelo transcontinental. Pero, ¿y si la innovación pudiera anticipar las inestabilidades antes de https://mariahc050lxi8.blogozz.com/profile